viernes, 5 de julio de 2013
Guerra Mundial Z solo se parece al libro en el título
El hecho de que “Guerra Mundial Z” no resultó ser el desastre incoherente, imposible de mirar que los muy publicitados problemas de producción parecían demostrar ha sido el principal tema de discusión con respecto al nuevo thriller de acción de zombies del popular actor Brad Pitt. Pero no nos olvidemos de que hay un elefante (un poco más pequeño y muerto vivo) en la habitación: ésta es una adaptación del libro del año 2006 con el mismo nombre del actor Max Brooks, que, esencialmente, está conectado únicamente por el nombre.
“Eso es casi todo lo que comparten” dijo Brook en el año 2012, indicando que el título es la única cosa que la película de Brad Pitt tiene en común con su propio libro. La compañía de producción de Pitt, Plan B, pasaron por una guerra de presupuestos con la de Leonardo DiCaprio, Appian Way en el año 2006 y finalmente lograron ganar los derechos de la película por 1 millón de dólares. Que el autor no se involucrara fue una de las partes importantes del trato. “Ésa fue una de las últimas decisiones que me permitieron tomar” dijo Brook acerca de su decisión de vender los derechos de su historia a la compañía de Pitt.
“En algún punto tuve permitido leer el guión antes de que las cámaras comenzaran a filmar y realmente respondí con honestidad que no tenía ningún sentido”. Los problemas de producción de la película que ahora son notorios incluyeron no menos de cuatro escritores sucesivos para el guión que no parecía poder ser escrito.
Plan B primero contrató a J. Michael Straczynski, el creador de “Babylon5” cuyos primeros intentos en verdad se parecían al libro de Brook, a pesar de que eso parece no haber sido del gusto del director Marc Forster.
“Marc quería hacer una gran película de acción que no era demasiado inteligente y tenía enormes piezas de acción” dijo Straczynski en una entrevista con la revista Vanity Fair. “Si todo lo que querían era crear
una película de acción hueca de Rambo en contra de los zombies, entonces ¿por qué optar por un libro inteligente y elegante?”.
Straczynski presentó un segundo intento que trató de mejorar la cantidad de acción para que fuera más del gusto de Forster, pero definitivamente no fue bien recibido.
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